En este artículo abordaremos algunas de las posibles fallas que pueden afectar a un equipo de aire acondicionado que, aunque generalmente funciona bien y genera un buen enfriamiento, en ocasiones se detiene o interrumpe su funcionamiento debido a problemas relacionados con el compresor.
Es importante realizar un diagnóstico adecuado antes de enfocarse directamente en el compresor. Primero, se recomienda llevar a cabo un mantenimiento externo del equipo, que incluya la limpieza de la unidad interior y exterior, la verificación de los filtros de aire y la correcta velocidad de los ventiladores. Si, después de realizar el mantenimiento externo, el equipo sigue sin funcionar correctamente, se debe revisar lo siguiente:
1. Exceso de corriente
El exceso de corriente es una de las causas más comunes de falla en el compresor. Para detectar esta falla, mide el consumo de corriente del compresor con una pinza amperimétrica. Si el consumo es elevado, sigue estos pasos para identificar el origen:
- A: Verifica la alimentación de voltaje desde la red exterior. Una alimentación baja de voltaje puede aumentar el consumo de corriente del compresor.
- B: Asegúrate de que los cables de conexión estén correctamente instalados.
- C: Desconecta eléctricamente el compresor de la placa electrónica y usa un multímetro para verificar que exista una resistencia alta entre cualquier pin de conexión del compresor y la carcasa del mismo, asegurando que no haya fuga de corriente a tierra.
- D: Verifica que la resistencia eléctrica medida entre los pines del compresor tenga la medida correcta. En equipos inverter, es fundamental que las resistencias entre pares de pines sean iguales.
- E: Si no se encuentran fallas en los pasos anteriores, y si el amperaje sigue siendo más alto que las especificaciones del fabricante, puede haber un problema con el módulo IPM (circuito integrado) que suministra corriente al compresor.
- F: Cuando hay problemas con el módulo IPM, suele aparecer un código de error. Para comprobarlo, primero desconecta la energía del equipo, ya que los capacitores pueden almacenar energía. La prueba más común es una inspección visual y, con la ayuda del multímetro, medir la resistencia entre los terminales del módulo IPM que van hacia el compresor. Si obtienes una lectura de infinito, indica que no hay cortocircuitos.
2. Problemas mecánicos
Existen varias causas mecánicas que pueden originar la falla en el compresor:
- A: El interruptor de sobrecarga ubicado en la carcasa del compresor puede activar alarmas falsas si hay problemas en su conexión. Es importante verificar este interruptor, ya que podría estar causando la detención del funcionamiento del compresor.
- B: Un aumento real de temperatura del compresor puede ocurrir debido a problemas en el aislamiento de las tuberías del sistema, lo que aumenta la temperatura del gas refrigerante a la salida de la unidad interna en modo frío. Esto también puede generar puntos calientes.
- C: Ruidos como chirridos o golpes pueden indicar que las partes móviles del compresor no están funcionando correctamente debido a la falta de lubricación. La fricción adicional generada por la falta de lubricación provoca calor y puede sobrecalentar el compresor. El sobrecalentamiento no solo afecta la eficiencia del compresor, sino que también puede dañar los componentes eléctricos, lo que aumenta aún más el amperaje necesario para su funcionamiento. Utilizar una pistola infrarroja para medir la temperatura puede ayudar a identificar estos puntos calientes.
- D: Verifica la presencia y color del lubricante del compresor. El aceite debe ser claro y transparente. Si el aceite es amarillento, está en buen estado, pero si se vuelve negro, feculento o presenta impurezas, esto indica que el sistema tiene problemas y el aceite debe ser reemplazado. Si el aceite se vuelve gris o turbio, podría haber un problema con la lubricación o el desgaste de componentes internos del sistema.