Este es un problema que puede ocurrir, especialmente, cuando reemplazamos un compresor y solo nos fijamos en la potencia eléctrica del motor, sin verificar la capacidad de enfriamiento.
Vamos a ver cuatro casos comunes que pueden presentarse:
Caso 1: Tubo capilar más largo de lo necesario Cuando instalamos un tubo capilar con una longitud mayor a la requerida por el sistema, tenemos un mayor control del flujo másico de refrigerante. Esto significa que habrá más restricción al paso del refrigerante a través del capilar. Entre más largo sea el tubo, mayor será esta restricción. Como resultado, habrá más refrigerante del lado del condensador, lo que afectará principalmente la presión alta del sistema.
Aunque también puede haber variaciones en la presión baja, la principal afectación se verá en la presión alta. Esto, a su vez, afecta la potencia de consumo del compresor, ya que un aumento en la presión alta implica un mayor esfuerzo para el compresor.
Caso 2: Tubo capilar más corto de lo necesario En este caso, al colocar un tubo capilar más corto de lo que debería ser, tenemos menos control y menos restricción del flujo de gas. Esto permite que el gas salga con mayor facilidad del condensador y llegue al evaporador. Como resultado, la presión alta disminuye notablemente.
Aunque la presión baja también se ve afectada, ya que más refrigerante llega al evaporador, la mayor afectación estará en la presión alta. Una presión alta demasiado baja puede impedir que se produzca la condensación adecuada en el condensador, lo que altera el ciclo de refrigeración y afecta el rendimiento del sistema.
Caso 3: Tubo capilar con diámetro mayor al necesario Cuando dejamos la longitud del tubo capilar fija y aumentamos el diámetro por encima de lo recomendado, el sistema también sufre afectaciones. En este caso, la mayor alteración se observa en la presión baja. Aunque la presión alta también se ve afectada, es la presión baja la que pierde estabilidad.
Si el diámetro es excesivamente grande, no habrá suficiente restricción en el capilar, lo que provoca que la presión baja disminuya drásticamente. Esto también puede ocasionar una reducción notable en la presión alta, afectando la potencia de consumo del compresor.
Caso 4: Tubo capilar con diámetro menor al necesario Por último, cuando instalamos un tubo capilar con un diámetro menor al requerido, la principal afectación vuelve a estar en la presión baja. Aunque también habrá un impacto en la presión alta, lo más evidente será la reducción de la presión baja.
Un diámetro menor genera un aumento en la presión alta, lo que eleva el consumo eléctrico del compresor. Esto puede llevar a un funcionamiento ineficiente y a un mayor gasto energético del sistema.